Dubai se ha situado como un destino turístico imprescindible para aquellos viajeros curiosos, es una ciudad intensa en todos los aspectos, en sus gentes, en sus infraestructuras, en sus edificios, en sus compras o en su clima, de hecho, es la ciudad de los récords: el edificio más alto, las atracciones más grandes o el centro comercial con más tiendas del mundo….
¿Cuál es la mejor época para visitar Dubai? La mejor época para conocer Dubai va desde noviembre a abril, donde la temperatura es suave, de unos 28ºC, mientras que el resto del año, el verano fundamentalmente, las temperaturas ascienden hasta los 40ºC, no obstante, aunque el calor podría ser un obstáculo, es sólo relativo para los que el calor no es un handicap, ya que todos los sitios, incluso las paradas de autobús, están climatizados.
Nosotros visitamos Dubai de la mano de Alberto, representante de “NEW TRAVELERS”, que cuentan con un equipo de corresponsales locales de amplia experiencia, conocimiento del destino y de trato inmejorable, y, por supuesto, de habla castellana.
Osama, nuestro guía, a lo largo de los días que nos acompañó, nos enseñó la ciudad y alrededores, nos contó cómo es la vida en Dubai, sus costumbres y tradiciones, los planes y proyectos de futuro, contestando a todas nuestras preguntas y curiosidades.
Osama nos explicó que la ciudad de Dubai está dividida en dos zonas: la ciudad vieja, que mantiene el sabor tradicional de la cultura árabe, con sus calles abarrotadas de personas de todas las nacionalidades, que se mezclan sin problemas y sus mercados y zoco. La segunda zona, es la parte moderna, gigante, en comparación con la ciudad antigua, y con perspectiva de seguir creciendo, donde su skyline no tiene que envidiar nada a otras grandes urbes.
La parte antigua de Dubai está dividida por un canal que podemos atravesar con las tradicionales barcas, que tanto locales como turistas usan para desplazarse de una a otra zona, incluso es conveniente utilizarlo, ya que es más rápido que desplazarse por carretera, además de disfrutar de una travesía con vistas a una y otra orilla.
En esta zona es donde están los tradicionales mercados o zocos, como el Mercado de las Especias, donde se mezclan olores, sabores y colores, y donde no sólo nos encontrarnos con los típicos condimentos, sino con todo tipo de artículos como juguetes, telas y cristalerías o cosas para el hogar. El mercado es fácil y seguro de visitar a pesar de tener callejuelas donde apenas llega el sol. El segundo mercado, es el magnífico Mercado del Oro, que se presenta con una majestuosa puerta de madera labrada, donde lo primero que te enseñan es el anillo de oro más grande del mundo. Este mercado tiene una calle central, cubierta para protegerse del sol, en la que se concentran las mayoría de las tiendas, cuyos escaparates reclaman con los brillos de sus joyas a sus clientes.
En cualquiera de los mercados que se visiten hay una regla imprescindible: el regateo, es una cuestión cultural, todos los tenderos esperan que regatees el precio, siendo para los más atrevidos una situación de pura diversión.
En la parte antigua también hay que visitar el Museo de Dubai, en él podemos apreciar el cambio brutal, no sólo de Dubai, sino de toda la zona del Golfo Pérsico, ya que el despegue económico se debe al petróleo. En el museo descubrimos escenas costumbristas del Emirato antes del 1900. Antes del S.XX, Dubai era un pueblo de pescadores y comerciantes de perlas que vivían en casas bajas con su típica “torre del viento”, que ayudaba a aliviar el sofocante calor y humedad de la zona.
La zona moderna de Dubai se ubica en torno a dos grandes vías (Jumeirah Road y Sheikh Zayed Road), por donde transcurren casi todos los desplazamientos. Hay distintas zonas, las residenciales de los locales y la de los expatriados, la de las embajadas y las de los hoteles. Ésta última no es una única zona, sino varias: la zona de la Marina, la zona de Jumeirah o la zona del Creek, entre otras…
En Dubai hay todo tipo de hoteles, pero destacan los de gran categoría, son hoteles confortables, lujosos, y, por regla general, enormes, de trato y servicio exquisito. Destaca el Hotel Burj Al Arab de 7 estrellas, sin embargo, nada le tienen que envidiar otros hoteles, como el hotel Medinat Jumeiratm, los hoteles Address, el hotel Raffles o el Hotel Atlantis. La variedad de hoteles hace que cada viajero encuentre su hotel ideal: hoteles boutique, para familias, de extremo lujo o económicos.
La mayoría de los hoteles cuentan con servicio regular de transporte a los puntos de interés de la ciudad. Otro punto fuerte son las comidas, se podría pensar que viajar a Dubai conlleva forzosamente comer cordero, nada más lejos de la realidad, los buffets son amplios y variados, con comida internacional y local, no sólo árabe, sino, india, china o japonesa entre otras. Además de contar con restaurantes a la carta, firmados por los mejores chefs del mundo, y , si uno quiere, sin necesidad de salir del hotel…
Dentro o junto a muchos hoteles se encuentran centros comerciales, parques de atracciones y tiendas de lujo, como el hotel Atlantis, en la única “palmera” artificial totalmente terminada, con el parque acuático más grande del mundo o el hotel Kempinski con un centro comercial que tiene una estación de esquí indoor.
Las playas de Dubai son extensas, de arena fina y blanca, conectadas con los jardines y piscinas de los hoteles (como el Sheraton o el Hilton), lo que da al visitante gran comodidad, ya que los hoteles cuentan con restaurantes y bares de playa.
En la zona de Downtown se puede disfrutar de las espectaculares vistas del edificio más alto del mundo, con 828 metros de altura, el Burj Khalifa, desde él podemos divisar claramente donde termina la ciudad y empieza el desierto, los gigantescos edificios o divisar el espectáculo de luz, agua y música de la “Dubai Fountain”, que sorprende al visitante con pases cada 30 minutos y siempre diferentes.
Dubai se ha convertido en la ciudad de las compras, en los denominados “Mall” podemos encontrar todas las tiendas de lujo y, lo mejor, juntas, una detrás de otra, como la “fashion avenue” del Dubai Mall, para que el saldo de la cuenta corriente baje de modo vertiginoso.
En Dubai tampoco falta la vida nocturna, con todo tipo de clubs, bares y discotecas, con música nacional e internacional y donde el consumo de alcohol está permitido.
Desde Dubai también se pueden conocer, con las excursiones organizadas, otros emiratos, como Abu Dhabi, que es la capital del país, mucho más rica y grande, donde, además de la imprescindible visita a la ciudad, con sus mezquitas y palacios, se puede visitar el circuito de Fórmula 1 y el parque de atracciones “Ferrari World”, donde los fanáticos de la escudería disfrutarán como niños.
Otra visita que no hay que perderse es el safari en 4X4 por el desierto de Dubai, donde experimentados conductores navegan por las dunas del desierto hasta llegar al campamento justo antes de la puesta de sol, para disfrutar de ella tomado té. Y después para recuperar energías una cena-barbacoa, mientras una bailarina nos deleita con la danza de vientre.
En definitiva, Dubai se ha colocado en el panorama turístico, con su mezcla de tradición y cultura árabe y la modernidad de sus infraestructuras y edificios futuristas que conforman su skyline.
Una forma recomendable para visitar este destino es convertir una “stop over” o parada de tránsito en parada de descanso de un sitio más lejano, para aprovechar sus playas, compras y el exotismo de su cultura.
Información y reservas:
Oceania Travel Consulting
C/ Strachan, 1
Málaga
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